A continuación fui al colegio B, sick para ir allí contaba con el transporte público, pero el primer día la responsable de idiomas del centro me recogió personalmente para llevarme a la escuela y que no fuera a la aventura.

Aunque me daba un poco de vergüenza ir en el coche de una persona a la que no conocía de nada, fue un gesto estupendo por su parte, dedicar su tiempo a que me familiarizara con el trayecto para ir al cole y de paso conocernos un poco.

La realidad de la escuela B era muy diferente a la escuela A, aunque ambas eran públicas, la escuela A contaba con muchos recursos y era ámplia y grande, con muchas aulas, la escuela B estaba en una pequeña zona rural, era pequeña y acogedora, de echo tan pequeña que cada aula servía para dos cursos, es decir, 1º y 2º iban juntos, 3º y 4º juntos, etc; esto me sorprendió un poco ya que ¿cómo se daría clase teniendo a niños de habilidades tan diferentes a la vez?

Sinceramente, el colegio B me dejó algo desconcertada el primer día que fui a dar clase (día de observación). En este colegio la especialista de castellano únicamente daba clase de español a su tutoría y no al resto del las clases como en el colegio A (y como en los colegios españoles). Las otras tutoras no enseñaban español en su clase (ni tampoco lo hablaban), enseguida comprendí que iba a ser yo la maestra de español y una auxiliar a medias.

Aun había un centro que conocer ¿qué sería lo siguiente?

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4 comentarios

  1. Suena un poco injusto no? me refiero a que haces el trabajo de profe cobrando como una auxiliar, no sé, o eso entendí yo..
    Un besin

  2. Reena
    1:34 am on 29 junio, 2009

    Curioso, aprendiste algo nuevo 🙂

  3. Lauri
    1:49 am on 30 junio, 2009

    marco, entendiste bien… 😉
    reena.. si yo te contara todo lo que aprendí pfff

  4. Eres una artista, con la bolsa y todo, parecen compradas, ¿que digo? mejor que compradas, que suerte tienen estos chicos!! Seguro que los compis del cole todavía van a flipar!!BesinesNievesMuchas gracias Nieves!!