El primer día de mi visita al cole C no fui acompañada por nadie del centro, si no que me llevó mi mentora del colegio A ya que nadie del colegio C se había puesto en contacto conmigo.

Si el colegio B me resultó chocante, el colegio C lo hizo aun más. Me recibió una maestra del centro, me facilitó el horario de español de las clases y me dijo bueno, pues hasta la semana que viene.

Volví la semana siguiente, esperaba tener un primer día de observación y lo que conseguí fue desconcertar a los maestros ¿observación?

Pregunté por la maestra de lengua española, de nuevo el colegio C estuvo desconcertado ¿maestra de español? Tú eres la maestra, ¿no?

El colegio C no sabía lo que era un auxiliar de conversación ni se molestó en leer la documentación sobre auxiliares que le fue enviada repetidas veces, ellos lo que querían era un maestro gratis y punto.

El primer mes fue el peor. Aunque me encontraba a gusto en el cole A y los niños del colegio B y C eran encantadores, me sentía realmente frustrada ya que yo había aceptado una beca como auxiliar y no como maestra. Cobraba como auxiliar y trabajaba como maestra, preparaba las clases y materiales para varios colegios, tenía la sensación continuada de que se estaban aprovechando de mí, y por errores burocráticos no cobré ese primer mes. Quería irme a mi casa.

Flores congeladas

Un comentario

  1. Reena
    8:52 am on 1 julio, 2009

    Jolin, menuda faena :S